Este artículo que les presentaré nos habla de cómo podemos
promover el hábito de la lectura en nuestros hijos desde sus primeros años de
vida. Como padres es importante inculcar el amor por los libros, pues estos son
una herramienta muy útil para ayudarnos a crecer intelectualmente, desarrollar
nuestra imaginación y viajar sin tener que gastar ni un centavo. Fomentar la
lectura desde pequeños permite que el niño visualice y asocie los libros con
una actividad divertida. Espero les guste el artículo y les sea de mucho
beneficio.
Etapa prelectora: jugar, imaginar, aprender con los
libros
señar a nuestros hijos a amar los libros es uno de los mejores regalos que podemos hacerles. Además, no hace falta esperar a que sepan leer para ponerse manos a la obra. Te explicamos cómo conseguirlo.
Beneficios de la lectura en bebés y niños pequeños
Leer al niño desde que es un bebé le
ayudará a asociar los libros a una actividad divertida.
La lectura es un excelente hábito que se incuba antes
incluso de aprender a leer, en la etapa pre-lectora, que abarca de los cero a
los cinco o seis años, y en la que los padres tienen un papel fundamental. No
tiene contraindicaciones, al revés, son todo ventajas: los libros les ayudan en
su evolución, les abren a mundos desconocidos, despiertan su curiosidad y su
imaginación; les transmiten valores y enriquecen su vocabulario; les permiten
adquirir conocimientos y enfrentarse a nuevas situaciones y sentimientos, en
ocasiones conflictivos; le acercan al mundo del arte, y favorecen su empatía.
Pero la principal ventaja que tiene leer a los niños, sobre
todo cuando se empieza en una etapa tan temprana de su desarrollo, es que les
permite asociar los libros a una actividad divertida y, por tanto, necesaria.
Los beneficios se dejan sentir a corto, pero también a medio
y largo plazo, ya que según el reciente estudio “Participación familiar y
rendimiento académico”, elaborado por la Universidad Complutense de Madrid,
del País Vasco, Internacional de La Rioja y la UNED, la lectura habitual con
los hijos es el factor que más impacto tiene en su rendimiento escolar.
Por último, y con el escaso tiempo que generalmente podemos
dedicar al ocio con los pequeños, reservar un ratito a diario para la lectura
–el cuento de todas las noches, por ejemplo– es un ritual maravilloso que
intensifica la relación afectiva entre padres e hijos. Es una forma de estar,
de permanecer unidos, de encontrar y compartir un espacio especial en el que se
mantiene un gran contacto físico, y que puede prolongarse durante toda la infancia.
Referencia:
Quintanilla, A. (2018). Etapa prelectora: jugar, imaginar,
aprender con los libros. Recuperado de
https://www.webconsultas.com/bebes-y-ninos/juegos-y-ocio-infantil/etapa-pre-lectora-jugar-
imaginar-aprender-con-los-libros
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