jueves, 24 de septiembre de 2020

La lectura desde las primeras etapas de vida en los niñ@s.

 

Este artículo que les presentaré nos habla de cómo podemos promover el hábito de la lectura en nuestros hijos desde sus primeros años de vida. Como padres es importante inculcar el amor por los libros, pues estos son una herramienta muy útil para ayudarnos a crecer intelectualmente, desarrollar nuestra imaginación y viajar sin tener que gastar ni un centavo. Fomentar la lectura desde pequeños permite que el niño visualice y asocie los libros con una actividad divertida. Espero les guste el artículo y les sea de mucho beneficio.

Etapa prelectora: jugar, imaginar, aprender con los libros

señar a nuestros hijos a amar los libros es uno de los mejores regalos que podemos hacerles. Además, no hace falta esperar a que sepan leer para ponerse manos a la obra. Te explicamos cómo conseguirlo.

Beneficios de la lectura en bebés y niños pequeños


Leer al niño desde que es un bebé le ayudará a asociar los libros a una actividad divertida.

La lectura es un excelente hábito que se incuba antes incluso de aprender a leer, en la etapa pre-lectora, que abarca de los cero a los cinco o seis años, y en la que los padres tienen un papel fundamental. No tiene contraindicaciones, al revés, son todo ventajas: los libros les ayudan en su evolución, les abren a mundos desconocidos, despiertan su curiosidad y su imaginación; les transmiten valores y enriquecen su vocabulario; les permiten adquirir conocimientos y enfrentarse a nuevas situaciones y sentimientos, en ocasiones conflictivos; le acercan al mundo del arte, y favorecen su empatía.

Pero la principal ventaja que tiene leer a los niños, sobre todo cuando se empieza en una etapa tan temprana de su desarrollo, es que les permite asociar los libros a una actividad divertida y, por tanto, necesaria.

Los beneficios se dejan sentir a corto, pero también a medio y largo plazo, ya que según el reciente estudio “Participación familiar y rendimiento académico”, elaborado por la Universidad Complutense de Madrid, del País Vasco, Internacional de La Rioja y la UNED, la lectura habitual con los hijos es el factor que más impacto tiene en su rendimiento escolar.

Por último, y con el escaso tiempo que generalmente podemos dedicar al ocio con los pequeños, reservar un ratito a diario para la lectura –el cuento de todas las noches, por ejemplo– es un ritual maravilloso que intensifica la relación afectiva entre padres e hijos. Es una forma de estar, de permanecer unidos, de encontrar y compartir un espacio especial en el que se mantiene un gran contacto físico, y que puede prolongarse durante toda la infancia.

 

Referencia:

Quintanilla, A. (2018). Etapa prelectora: jugar, imaginar, aprender con los libros. Recuperado de

     https://www.webconsultas.com/bebes-y-ninos/juegos-y-ocio-infantil/etapa-pre-lectora-jugar-

     imaginar-aprender-con-los-libros

 


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